viernes, 14 de octubre de 2016

Últimamente

Últimamente tengo tantas respuestas.

Los bolsillos vacíos. Las manos secas.

La mirada, de haber estado perdida, ahora escuece. Un poco.

Los pies oscuros, duros. Los muslos fuertes. No creí haber caminado tanto y  llegué. Sin notarlo, sin esperarlo. Como quién encuentra una piedra en el centro de su camino y la toma como única, como si, en realidad, le hubiera estado esperando. Un amuleto improvisado.

Últimamente duermo poco. Sueño mucho.

A menudo con lo mismo. Los mismos brazos, las mismas trampas desde hace tanto. A noches, floto ahí. Otras, me escondo. Ya no me sonrojo. Estoy un paso más lejos de decir: ven. Escojo sesión. Voy a colgar un cascabel de mis tobillos para caminar en sueños y así, ya nada, será casual.

Últimamente escucho.

Con los sentidos, con las pestañas, con las antenas. Ahora comprendo el lenguaje de las ausencias, de aquellas que sin serlo lo son. De las veces que sin desear decir nada se muestra todo. Creo comprender cómo suceden algunas cosas, la complejidad del ser humano, las relaciones cimentadas sobre el agua. Como un castillo de naipes.... shhhhhh... el viento... y permanecemos unos sobre otros. Entrelazados, desorientados, malheridos, derrumbados. Tal vez risueños. Si fue un espejismo, ahora lo sé. Pero fue tan real que existió.

Últimamente me enojo.

Cojo impulso y descargo. Sin remordimientos, sin plazos. Descalza, hago balance y me inclino. Posicionándome dejo de avanzar de puntillas y resulta una extraña sensación. Me siento vulnerable, la verdad, de este modo. Hay depredadores aquí y mi único escudo es la honestidad. No es un buen resguardo pero es hermosa su protección. Defender desde la convicción y la autoconfianza me inspira fortalece y respeto. Ahora miro de reojo.

Últimamente también amo.

Sin reservas de nuevo. Sintiéndome viva, como no recordaba. Me contemplo entreabierta. Aprovecho ese lapso de tiempo para atraer hacia mí. Demasiado fugaz. Río a solas, como de costumbre. Aprecio esa belleza extraña, la brevedad de lo auténtico, la forma de oler de los tímidos. Me quedo. Supuro. 

Últimamente... el tiempo se pasea sobre mí mientras espero.




Colo Villén

2 comentarios:

  1. Te he leido y me he vuelto adicto a tus palabras.
    ¡Qué sensibilidad!
    Preciosas y reales palabras.
    Me gusta mucho como escribes.
    Gracias por tu talento
    Miguel

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  2. Miguel,la agradecida soy yo por tu comentario, por esas palabras tan bonitas. Un abrazo.

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